martes, 22 de mayo de 2007

TÚ SABES QUE TE QUIERO


Señor, tú sabes que siempre te quise,
y que te sigo queriendo;
tú sabes que te quiero.

A pesar de mi soberbia y orgullo,
a pesar de mis miedos e infidelidades,
tú sabes que te quiero.

A pesar del cansancio y del abandono de tantos días,
a pesar de mi cabeza de piedra,
tú sabes que te quiero.

A pesar de que me cuesta adivinarte entre la gente,
a pesar de lo torpe que soy para verte vestido de pobre,
tú sabes que te quiero.

A pesar de mis dudas de fe,
de mi vacilante esperanza,
y de mi amor posesivo,
tú sabes que te quiero.

A pesar de las bravuconadas de algunos días,
y de la apatía y desgana de otros,
a pesar de mis pies cansados,
de mis manos sucias,
de mi rostro destemplado,
tú sabes que te quiero.

A pesar de que me cuesta quererme a mí mismo,
a pesar de que no siempre te entiendo,
a pesar de los líos que presiento,
tú sabes que te quiero.

Yo te quiero, Señor,
porque tú me quisiste primero
y no renegaste de mí,
a pesar de ser torpe y frágil.

Yo te quiero, Señor,
porque siempre confías
en las posibilidades que tengo
de ser, junto a ti,
aquí en mi puesto,
servidor fraterno.

Ulibarri, Fl.

2 comentarios:

Un tipo que sólo hace comentarios dijo...

"Es probable que la oración sea una parte fija, una porción estable de la naturaleza de cada hombre, la aplicación de una discretísima posología, una cuota inmodificable como el sueño. La dosis establecida de un extraño y casi abrumador rescate que llevamos en el centro de nuestra propia sustancia."

Juan Carlos dijo...

Este es un poema que yo calificaría de muy bonito a la par que ilustrativo, sencillamente, porque es un poema que refleja lo que todo cristiano siente por Dios, y especialmente porque pone de manifiesto algo muy importante, que es lo siguiente: que a pesar de que algunas veces dejemos aparcados a Dios en nuestras vidas porque nos dejemos influenciar o llevar por otras cosas menos importantes, lo único cierto es que al final del todo sólo nos quedará él.

Por esa razón, los cristianos queremos tanto a Dios, porque es el único que nos acompaña siempre a todos los sitios, el único que nos ayuda a salvar los obstáculos que cada día se interponen en nuestro camino y el único que nos ayuda a levantarnos en esos días en el que no queremos que nadie nos diga nada porque estamos tristes, en definitiva, Dios es él único que da sentido a nuestra vida, porque él es el comienzo y el final de nuestra vida.

Postdata: Al tipo que sólo hace comentarios indescifrables, sólo quiero decirle que deje de hacer comentarios por el bien de la profesión de comentarista de blogs, profesión para la que sólo unos pocos estamos preparados.
No obstante, quiero desde aquí mandarle un saludo y decirle que gracias a tipos como él, el significado y el sentido de las palabras son cada día más difíciles de comprender.

Gracias por hacer de mis comentarios, los únicos comentarios posibles de entender correctamente, porque yo escribo para el pueblo llano, el pueblo humilde, el pueblo de P.G. algo que tú no haces.